viernes, 20 de julio de 2012

Día 10 - San Francisco

Hoy ha sido un día de los de disfrutar mucho. Decir esto parece que hace de menos los demás y ni mucho menos, pero no sé por qué éste parece especial, será por habernos hecho con los clásicos: el Golden Gate y Alcatraz.

Hemos comenzado la mañana algo más tarde que de costumbre. Desayuno en el hotel y hoy a San Francisco en coche (que el transporte público ya lo conocimos ayer). Nos dirigimos directamente al Norte, a la zona del puerto, absolutamente turística toda ella; el Fishermans Warf.



Cogemos un tranvía para acercarnos al Golden Gate y allí alquilamos unas bicicletas.

[Nota: Una cosa buena de USA es que están absolutamente preparados para todo. Aunque esto está lleno de gente, si quieres, por ejemplo, alquilar unas bicis, no tienes más que ir a uno de los muchísimos sitios en que alquilan y hacerte con 5. Sin esperar, sin problemas de que tengan... y esto aplica a todo, coche de alquiler, restaurantes, ... si quieres algo lo tienes en el momento].

Con las bicis podemos acercarnos al Golden Gate y cruzar una parte. No todo pues era demasiada distancia. El paseo, tanto de ida como de vuelta, lo disfrutamos un montón. No es tan plano como Amsterdam pero nos hemos hecho con ello.






Después de 2 horitas justas y tras devolver las bicis nos metemos en uno de los cientos de restaurantes que hay en la zona. Como estábamos en el puerto, la cosa se prestaba a marisco así que el Joe's Crab nos dice "venid, venid..." y allí que nos metemos. Por fuera no parecía gran cosa pero nada más entrar supe que sería un éxito y no me equivoqué nada. Nos ha encantado a todos (bueno a Elena un poco menos pero es que no está ella inspirada con la comida).




Paseamos después hasta el muelle en que zarpaba nuestro barco para Alcatraz. El paseo resulta muy agradable pues está lleno de tiendas (provisión de sudaderas), atracciones para los turistas (una de ellas ha tenido mucho éxito entre las Díez Lobo y la Lobo Santa María, tanto es así que han repetido) y puestos de cafés y batidos (Elena ha cumplido ya uno de sus deseos).




Después ya ha llegado la visita a Alcatraz. Ha merecido la pena. Las vistas de la ciudad desde el barco son impresionantes. La visita está también muy conseguida pues aparte de que está perfectamente conservado al entrar te dan un audioguía que te permite hacer el recorrido por la prisión con un montón de detalles.






A las niñas les ha gustado especialmente porque, aparte de lo mencionado, han hecho amistad con una niña holandesa de la que no se han separado ni un momento de las 3 horas aproximadas que dura la visita.



Ya era algo tarde al salir así que procedía cena ligera. Un crep en el puerto, cerquita del coche y para el hotel.



Lo dicho, un día magnífico.

1 comentario:

  1. jejejejeje, lo del baberito para comer lo podemos patentar para la cena de nochevieja...pero que ponga "queremos croquetas de la tita yolanda"

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